Gimnasia mejoró su imagen, respecto a partidos anteriores, pero a pesar de ello no estuvo fino en la definición y Boca sacó toda la experiencia a la cancha para llevarse tres puntos valiosos. Las ganas de Ramírez, la seguridad de Durso y el gol de Castillo, lo destacado.
Con cambios desde el arranque para intentar cambiar la cara de los últimos partidos, el Lobo fue otro equipo porque volvió a ser punzante en el medio con presión al tener dos mediocampistas de contención como así también por afuera estuvo muy presente el desequilibrio y la agilidad con Benjamín Domínguez y Franco Torres sumado a la picardía de siempre de Eric Ramírez que al igual que los extremos, tiene una agilidad notable. Sin embargo, a pesar de que mejoró y además tuvo muchas ocasiones de gol, en el último paso que es la definición no estuvo fino.
Desperdició varias chances en los dos tiempos aunque también se encontró con buenas respuestas de Chiquito Romero mientras que en defensa ahí si volvió a tener algunas falencias y que contra equipos como Boca se hacen notar más. El Xeneize ganó el partido de manera justa pero solamente por su jerarquía y saber aprovechar los momentos del trámite del juego.
Después de un gran comienzo del Tripero, los de Jorge Almirón aprovecharon que bajó el ritmo del partido y golpeó con el gol de Miguel Merentiel, por su parte en el segundo tiempo cuando Sebastián Romero cambió el esquema, los de la Ribera pusieron jerarquía y jugadores por afuera para en dos minutos tener dos chances y liquidar el asunto. Contra un equipo de tanta experiencia, los mínimos errores tanto en defensa como en ataque se terminan pagando caro salvo una mala tarde.
