Cristian Tarragona, el autor del gol que desató la locura y cortó la racha, y Eric Ramírez a quién le convirtieron el penal. Expertos en clásicos, no se cansan de amargar al rival de toda la vida.
Sin lugar a dudas el penal excelentemente ejecutado por Cristian Tarragona ayer cuando el calor de la tarde platense invadía el Estadio Juan Carmelo Zerillo, es uno de los goles más gritados de los últimos tiempos.
Es que tenía que ser él, el golpeado goleador tripero. El mismo que no pudo completar el torneo pasado por una durísima lesión, el hombre gol de Gimnasia. Que volvía y quería hacer historia de la grande, pero claro el fútbol le tenía guardada una página dorada inolvidable.
Es que desde su regreso los árbitros le habían robado su primer tanto en el Estadio Claudio Fabián Tapia. Cuando Gimnasia empataba justamente, pero por una decisión injusta le robaban el festejo del 1 a 1. Así que el destino se apiadó de “Tarra” que a los 40 minutos del complemento se hizo cargo de un penal que quemaba. Definió con toda su categoría y le rompió el arco a Mariano Andújar quien no pudo hacer nada pese a su volada y al haber elegido correctamente el palo.
Qué par de pájaros, los dos
Tenía que ser Tarragona, el autor del gol tripero en el último clásico. Pero también Eric Iván Ramírez tuvo mucho que ver en lo que generaría el delirio yripero en el Bosque.
Es que si bien él “Tarragol” es el rompe redes que quedó en la historia por cortar la racha de clásicos sin victorias, y a su vez aquel que amargó al equipo de Zielinski en 1 y 57. También fue Ramírez al que le convirtieron el penal de la victoria.
Sí, Eric Ramírez, aquel del gol inovlidable sobre la hora con el que el Lobo igualó el último clásico en tiempo adicional en el Bosque ¿Sus nombres?, sinónimo de alegría tripera.