Fiesta en el Bosque

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Gimnasia quebró la racha, la Chironeta se quedó con el clásico al vencer 2 a 1 a Estudiantes con goles de Alan Lescano y Cristian Tarragona y La Plata volvió a estar en orden.

Los pibes lo lograron, la ciduad volvió a teñirse de azul y blanca. Ayer por la tarde Gimnasia se impuso 2 a 1 a Estudiantes y se quedó con el clásico platense tras trece años gracias a los goles de Alan Lescano y Cristian Tarragona, desde los doce pasos, para así darle una alegría absoluta a su gente.

El partido fue todo del Lobo, que pese a que de entrada avisó con un desborde de Benjamín Domínguez, luego de un pase preciso de Maximiliano Comba, debió sufrir el baldazo de agua fría que significó el gol de Mauro Boselli a los 4 minutos del primer tiempo, con el partido aún en pañales.

Pero Gimansia jamás claudicó, de la mano de Domínguez, Miramón y el mismo Lescano el equipo jugaba y amenazaba constantemente el arco defendido por Mariano Andújar. Es cierto, le faltaba precisión a los albiazules, pero cuando llegaban lo hacían con claridad y hacían lucir la figura del arquero rival. Los dirigidos por Chirola, llegaban, pero faltaba claridad. Un mal rechazo y un cabezazo de Felipe Sánchez eran desvidados y los Mens Sana se iban al descanso 1 a 0 abajo.

Sin embargo el aliento al equipo, jamaás cesó, tampoco el “vamos, vamos los pibes” y esos pibes, expertos en clásicos en reserva. Gimnasia avisaba y la defensa albirroja empezaba a sufrir los arrimes del equipo que con garra y corazón ponían al rivald e toda la vida contras las cuerdad. Y llegaría la explosión, lo tuvo Morales tras una gran jugada de Benjamín Domínguez y Andújar tapó muy bien. pero en el rebote, Comba no dudó, envió el centro y Alan Lescano de cabeza le ganó a todos para poner el 1 a 1 y hacer estallar al Juan Csrmelo Zerillo.

Faltaría lo mejor, pese a las discusiones por un penal polémico no cobrado, el equipo tendría revancha y tras un gran pase. Eric Ramírez, de buen ingreso, dominaría en el área y Guido Carrillo lo bajaría marcando un claro penal. Cristian Tarragona se haría cargo y a los 40 del segundo tiempo con un remate de pura jerarqía se la clavaría al ángulo a Andújar para poner el 2 a 1 final y decretar la victoria tripera.

Fue triunfo albiazul, fue delirio en el Bosque y fue fiesta absoluta en la ciudad que volvió a colmar su centro del color que mejor le sienta. El azul y blanco.