Gimnasia mereció más durante todo el partido, pero principalmente en el complemento. Parecía que el clásico se escapaba y en el último minuto adicional una genialidad de Benja Domínguez y la viveza de Eric Ramírez le permitieron empatar el clásico agónicamente en el Bosque.
En la tarde de ayer, la ciudad de La Plata se paralizó por un nuevo Clásico entre Gimnasia y Estudiantes en el Juan Carmelo Zerillo a partir de las 16:15. Después de lo que fue el enfrentamiento caliente en diciembre del año pasado donde hubo un empate agónico del Pincha y declaraciones picantes post partido, ahora tocaba el turno de enfrentarse nuevamente y también en el Bosque aunque en sintonías diferentes. Los locales llegaron bajo un clima hostil con cuatro partidos sin victorias y con varios cambios en el equipo inicial mientras que la visita llegaba en el primer puesto de su zona, clasificado a la Copa Libertadores y con un once afianzado.
El partido comenzó favorable para el Lobo que ya al minuto tuvo una aproximación clara pero el centro de Ramón Sosa no fue el mejor y era quien controlaba los hilos del encuentro aunque el Pincha también buscaba apoderarse de esa situación, un remate desviado de Cristián Tarragona, un gran atajada de Mariano Ándujar a Franco Soldano, un mano a mano de Johan Carbonero y un cabezazo de Germán Guiffrey fueron las primeras ocasiones para el local mientras que un cabezazo de Agustín Rogel fue la primera aproximación de la visita y luego un remate lejano de Leandro Díaz.
Luego el uruguayo sería el protagonista para la oportunidad más clara de cada equipo ya que en el área rival dio un gran cabezazo que sacó Rodrigo Rey pero a la jugada siguiente cabeceó para su arco y Ándujar tuvo otra atajada estupenda. A los 42 minutos llegaría la apertura del marcador cuando Gustavo del Prette anticipó bien a Brahian Aleman en un lateral rápido, desbordó por la izquierda y centró al medio para que Fernando Godoy anticipe a Guiffrey y entre solo para poner el 1-0 antes del entretiempo.
En el complemento, Gimnasia siguió con la premisa de ser quien tenga la pelota pero debía afinar la puntería para llegar a la igualdad ya que chances había creado. Sin embargo le costó mucho porque tenía aproximaciones pero no lograba concretarlas como el mal saque de Ándujar donde Tarragona se apura y remata rápidamente, aunque los ingresos de Eric Ramírez, Lautaro Chávez y Benjamín Domínguez empezaron a darle otro ímpetu y velocidad al equipo. Así fue que Ramírez tuvo la primera ocasión clara con un cabezazo que pasó cerca del palo izquierdo y se empezaba a notar el cansancio físico del León que en la segunda parte casi no atacó.
Ya llegando a la mitad del segundo tiempo, Guillermo Enrique y Chávez probaron de afuera para hacer estirar a Ándujar. Llegando al final, Tarragona tuvo otra dos chances muy claras ya que en la primera capturó en rebote y cuando remató se topó en el cuerpo de un defensor pero a los 42 minutos entró al área, se cayó aunque un rebote le dejó de nuevo el balón en sus pies y estrelló el travesaño. Sin embargo, tanto va el cántaro al agua que al final se rompe y en la última jugada el pibe descarado Benjamín Domínguez enganchó de la izquierda hacia el medio, remató y ante una floja respuesta de Ándujar, Ramírez terminó empujando el balón para el desahogo Tripero.
Así fue que todo terminó en igualdad, el Tripero volvió a sumar y lo hizo de manera agónica aunque sigue sin poder quebrar la racha negativa de 12 años sin ganarle a su clásico rival como así también llega a cinco encuentros sin victorias en el torneo. Por el lado del Pincha, sigue puntero en su grupo y mantiene el invicto contra el clásico rival.