En el marco de la tercera fecha de la Copa de la Liga Profesional, Gimnasia visitará a Independiente a partir de las 19:20 en el Libertadores de América con el arbitraje de Pablo Dóvalo.
Luego de la gran goleada frente a Talleres, el Lobo quiere seguir sumando de a tres y comenzar a meterse en el pelotón de arriba en esta Copa de la Liga como así también empezar a sacar ventaja a sus contrincantes de la tabla de los promedios. Con un cambio obligado por la expulsión de Harrinson Mancilla, la dupla técnica conformada por Leandro Martini y Mariano Messera esperará hasta último momento a Víctor Ayala para que sea el reemplazante del colombiano. La otra opción es el juvenil Ignacio Miramón aunque el paraguayo tiene todas las fichas para volver a jugar tras perderse el último partido.
Así con esta única modificación, Martini y Messera buscarán el equilibrio en mitad de cancha con el ingreso de Ayala o Miramón ya que no tendrá un mediocampista defensivo puro sino que habrá mediocampistas mixtos. El resto del equipo no se moverá con las buenas apariciones de Matías Miranda y Johan Carbonero en este torneo.
Por el lado de Independiente, viene de conseguir su primera victoria por 1-0 frente a Patronato pero desde el juego en los dos partidos no ha cambiado mucho respecto al último torneo y todavía Julio César Falcioni no está contento con el funcionamiento del equipo aunque solamente movería una ficha con el regreso de Fabricio Bustos por Gonzalo Asís. Luego el Emperador tiene una duda más en el mediocampo ya que podría salir Pablo Hernández y los candidatos a entrar son el flamante refuerzo Adrián Arregui y Lucas Romero quien se recuperó de una lesión.
El esquema del Rojo seguirá siendo un 5-2-3 con este ingreso de Bustos en el lateral derecho y la posibilidad del cambio en el mediocampo para quien acompañe a Domingo Blanco. Además en el banco volverá a estar el juvenil Alan Velasco quien también vuelve de una molestia muscular.
Así los dos equipos buscarán los tres puntos para seguir en la senda de la victoria y empezar a posicionarse bien en lo que será un torneo muy corto pero muy peleado y que volverá a tener los clásicos, un condiminto especial que se perdió en el último año.