Chelo corazón

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El lateral derecho volvió a ser determinante en el triunfo del equipo albiazul. Muy buenos rendimientos de Carbonero, Guiffrey, Melluso y Alemán. El Lobo, más que aprobado en su conjunto.

Gimnasia consiguió otra victoria resonante al golear 3-0 a Talleres, y en eso tuvo mucho que ver Marcelo Weigandt. Es que el ex Boca anotó un golazo y facilitó otro. Primero, cuando amanecía el partido, tomó de volea un córner exclusivamente lanzado a su posición -jugada trabajada, post cortina- y sacó un tremendo zurdazo de volea que se coló junto al poste para poner el 1-0. Misma jugada que en el primer gol ante Boca, pero esta vez no asistió sino que terminó la acción de forma soberbia.

En el segundo tiempo, cuando el tripero la pasaba mal, el Chelo se lanzó en la corrida por derecha y le terminaron cometiendo foul, en lo que Delfino juzgó penal para el Mens Sana. Como si fuese poco, canceló su sector ganándole siempre a Fragapane. El joven de apenas 21 años, que ya se metió a todo el triperío en el bolsillo, es una de las principales armas del ataque del equipo. Al finalizar el juego, le dio notas a todos los periodistas y se sacó fotos con cada hincha que se acercó a saludarlo, incluso con un recientemente recibido en arquitectura.

Además, fue un gran partido nuevamente de Carbonero: siempre desequilibrante, no lo pudieron contener en todo el primer tiempo. Sólo le faltó el gol, que lo tuvo. Guiffrey y Melluso fueron una muralla en el costado izquierdo de la defensa. Y Alemán, que debió sacrificarse mucho en el primer tiempo, se lució en el segundo: jugó, hizo jugar, ejecutó el penal con maestría y lanzó un centro magistral a la cabeza de Barrios para el tercero. De igual modo, en general, todo Gimnasia aprobó y con creces. Incluida su dupla técnica, que a esta altura casi que hace milagros.