Perdió Gimnasia

El club Opinión

Primaron los egos, los personalismos, las malas decisiones y la constante falta de comunicación entre el Presidente y la CD. Una oposición descolocada, los promedios que asfixian y el gran ídolo partió. ¿Qué asoma en el horizonte de Gimnasia?

El fenómeno Maradona duró menos de lo esperado. Trajo alegría al pueblo gimnasista, trajo esperanza y generó ingresos gracias a la masa societaria, porque claro está marketing dejó bastante que desear en su tarea.

Desde lo futbolístico, 8 partidos dirigidos, 5 derrotas y 3 victorias. Todas en condición de visitante y por goleada. Algo que ningún técnico a lo largo de las últimas tres temporadas había logrado. Con su visión y el apoyo de su Cuerpo Técnico encontró una idea de juego desde lo colectivo que creció del mediocampo hacia adelante. Pibes cono Paradela y Miranda fueron el gran hallazgo del DT, que además resucitó a futbolistas como Contín, Eric Ramírez y logró potenciar a Matías García.

Desde lo dirigencial jamás supieron estar a la altura. Buscaron una mal llamada unidad en tiempo récord, intentando emular el gol de Niell, con un claro objetivo: Meter a Pellegrino ¿dónde sea para asegurar la continuidad de Diego?, ya que su misma dirigencia le dio la espalda y apenas un puñado de los 36 se quedaron junto al primer mandatario hasta el hundimiento del Titanic. No era el camino.

El presidente, teniendo claro que salvo un milagro, su salida era cantada jamás generó los canales de diálogo entre el entorno Maradona y Bragarnik con los opositores, para así asegurar la continuidad del astro, sucediera lo que sucediera en las elecciones. Lo usó como paraguas político, pero le falló.

La oposición jamás tuvo la intención de lograr el consenso -entendible por cierto- y los que la tuvieron poco y nada hicieron para la concreción del mismo. Una “unidad” que pudo forjarse desde el día siguiente a lo que fue el partido ante Racing, pero jamás pasó de las reuniones protocolares.

Egos, personalismos y falta de visión oficialista, que derivó en una certeza: “El límite es Pellegrino”. De la boca para afuera “El proyecto es con Diego”, ¿de la boca para adentro?…

Gimnasia dejó pasar una oportunidad histórica. Primó el divisionismo de siempre y quedó en claro que desde el arco político el Club jamás logrará unirse.

La tristeza del hincha es indescriptible, se terminó desde lo físico y el día a día una historia de amor que fue maravillosa. Pero quedará la certeza que en La Plata, Diego, el Pelusa, el barrilete cósmico eligió la azul y blanca. Y tal como sucedió con Newell’s, donde oficialmente su efímero paso generó una relación inquebrantable, el del “10” y Gimnasia también será un amor para toda la vida.

En conclusión, la certeza es una sola. Así… siempre va a ser difícil.

 

Foto: Eva Pardo – Gimnasia.