Gimnasia fue otro, ante todo desde la actitud y en una leve mejoría futbolística. Sin embargo, cometió errores puntuales que le costaron el partido. Lo perdía por un blooper de Alexis, reaccionó y empató por García pero segundos después, una distracción llevó al 1-2 definitivo.
No pudo ser en el debut de Diego. Se vieron mejorías, el equipo tuvo un sello característico, pero casi y como se dice en la jerga futbolera, “se hizo los goles sólo”.
En un primer tiempo parejo, Gimnasia empezó a presionar fuertemente el arco de Arias superada la media hora. Y justo allí, en el mejor momento albiazul, González cabeceó luego de un córner suavemente hacia la posición de Martín Arias, a quien se le escurrió el balón y la pelota terminó dentro del arco.
El yerro del arquero albiazul le costó al Lobo irse al descanso en desventaja, pero en el complemento el equipo de Maradona reaccionó rápido y empató las acciones a los 8′, con un gran centro de Morales capitalizado perfectamente por Matías García en las alturas, para poner allí el 1 a 1.
El grito del Bosque era ensordecedor, Diego arengaba y parecía que todos los caminos conducían a un Lobo hecho una “tromba” en búsqueda del triunfo. Pero… Segundos después, Racing atacó en la izquierda, Barbona disparó y el desvío fue cómplice de la Academia, porque le quedó a Zaracho en soledad y totalmente habilitado, para definir ante la pasividad defensiva y a un estático Martín Arias.
Con más ímpetu que fútbol, el Lobo buscó por todos lados el empate y tuvo la igualdad en el descuento, cuando García escapó sólo tras una combinación con Spinelli. Caco la tiró por arriba disparando con su pierna menos hábil, la derecha, y allí se terminó la historia.
No pudo ser el debut soñado. Gimnasia no pudo cortar siquiera la sangría de derrotas y sumó su quinta caída consecutiva, además de perder en todas sus presentaciones como local. ¿La esperanza? La mejoría, la figura de Diego que no deja de entusiasmar, y ya, a esta altura, que aquellos equipos que dividen distinto tengan una racha igual o peor que la que hoy aqueja al Lobo. Es largo, pero muy, muy sinuoso. Se viene Talleres, uno de los punteros y en Córdoba. Luego River. Pero habrá que sumar, como sea y donde sea.