Para el hincha tripero hoy no es un día más, no es un día común y corriente. Un 26 de abril como este, pero hace 95 años, el Estadio del Bosque abriría sus puertas para no cerrarlas nunca más.
Para el común de la gente probablemente este viernes no sea más que eso, un viernes. Pero para la familia tripera hoy es un día especial, es otro 26 de abril, otro año más en el Bosque, en casa.
Hace ya 95 años, el 26 de abril de 1924, el actual Estadio Juan Carmelo Zerillo, orgullo tripero, abrió las puertas y el Lobo llegó al Bosque.
Desde su inauguración, bajo la presidencia de Horacio Casco (1920-1925), 60 y 118 fue hogar de montones de momentos históricos, desde el primer partido, jugado un 27 de abril, donde El Lobo venció por 3-0 a Estudiantil Porteño, hasta el último.
Hogar donde un 21 de de julio de 1929, ante Colegiales, debutó José María Minella, astro del fútbol argentino, que el mismo año saldría campeón de la Primera División con Gimnasia, bajo la presidencia de Juan Carmelo Zerillo. Una casa que, en 1932, vería debutar como entrenador al “Mago” Emérico Hirschl, con un triunfo por 2-1 contra Velez, y en 1933 tendría entre sus gradas a una de las personas más importantes de la historia Argentina, un René Favaloro, de unos 10 años, bombeando sangre azul y blanca.
Pasando por el debut del Loco Gatti el 23 de febrero de 1969, hasta el cambio de su nombre por: Juan Carmelo Zerillo, en honor al homónimo ex presidente, en 1974; desde las presentaciones de la selección Argentina, en 1969 contra Chile y en 1982, en un encuentro donde se enfrentaron Argentina A contra Argentina B, hasta el clásico número 117, en el que los directivos usaron un helicóptero para secar el campo de juego previo a la victoria del Lobo por 2-1.
Desde la victoria por 3-1 en la final contra River, que le daría a Gimnasia el título de Campeón de la Copa Centenario en 1994, bajo el mando de Roberto Perfumo, hasta la dirigencia técnica del maestro Carlos Timoteo Griguol desde 1994 hasta 1999, y que luego volvió desde el 2003 al 2004; El Bosque fue casa de varios de los hechos históricos que han acontecido en la vida del club.
Un club que vio jugar a jugadores como Minella, Gatti y Scarpone, que dejaron su marca de magia por todo el campo de juego, o aquellos que le dejaron el corazón, como Pedro Troglio, los mellizos Barros Schelotto, Romeo Guerra y Hernán Darío Ortíz y a un barrilete cósmico allá por 1997, cuando Maradona vistió el azul y el blanco en un encuentro a beneficio de la Cruz Roja. Una casa que fue sede de otros hechos históricos también, como el gol del terremoto en el clásico de 1992, la victoria por 3-0 contra Rafaela en el 2009, con una anotación de Franco Niell que salvó a Gimnasia del descenso, o el reciente encuentro jugado por Las Triperas, el 23 de marzo de 2019, donde la primera del fútbol femenino jugó en el Estadio Carmello Zerillo contra Banfield frente a los ojos de miles de espectadores triperos.
Sin dudas, el Estadio del Bosque ha sido sede de los momentos más bellos de la vida de Gimansia. Ya es mucha la historia que se ha escrito y todavía más la que queda por escribir.