El Lobo se quedó en las puertas y perdió la final en los penales tras igualar 1 a 1 en los 90′ ante Rosario Central. Gimnasia fue muy superior, pero no hubo justicia.
No era una noche más para el mundo Gimnasia, y la gente así se lo hizo saber al plantel copando Mendoza y llenando las tribunas del Malvinas Argentinas. Rosario Central se terminó consagrando y se quedó con la Copa Argentina a través de los penales después de empatar 1 a 1 en el tiempo reglamentario. Los goles fueron de Zampedri y Lorenzo Faravelli.
Cuando todas las divididas eran para Gimnasia, las llegadas estaban a favor del equipo de Troglio, llegó el baldazo de agua fría. Centro de Ortigoza desde la izquierda, la bajó Camacho, no pudo Zampedri y después de una serie de rebotes el propio delantero rompió el arco a metros de la línea y con Martín Arias sin nada que hacer. Era el 1 a 0.
En el complemento, Gimnasia salió decidido y encontró rápido el premio para igualar el resultado. Gil la perdió, Silva encabezó una contra letal y cedió para Comba que estaba solo por la derecha. El volante tiró un centro a media altura y apareció Faravelli para poner el 1 a 1.
De ahí en más, siempre fue el Lobo el que tuvo la iniciativa y buscó el arco de enfrente, pero se topó con su propia ineficacia y el arquero Ledesma. Fue el pitazo final, y en los penales triunfó el conjunto rosarino. Habrá que seguir insistiendo, sin reproches y con orgullo.