Sin lugar a dudas Matías Melluso demostró todo lo que se hablaba de él, y hasta quizás aún más que ello. Siempre se perfiló para ser un enorme futbolista y logró llevarlo al terreno profesional tornándose indispensable para el primer equipo tripero.
Una de las grandes figuras de Gimnasia en este 2018 que culmina ha sido Matías Melluso. A fuerza de buenas actuaciones desde su debut y hasta el último partido disputado, se solidificó en el puesto y pasó la etapa de promesa con éxito para ser una realidad del conjunto albiazul.
Desde aquel debut auspicioso pese a la derrota en Córdoba ante Talleres, en lo que sería el último juego del ciclo Sava, se notó que a Melluso no le pesaba ponerse la camiseta albiazul, todo lo contrario: sangre fría, corazón caliente y talento al servicio del equipo de sus amores.
Un señor lateral izquierdo, que ante todo clausura su sector y que se proyecta con criterio, siempre a sabiendas de sus virtudes y defectos, clave para cualquier futbolista. A sus escasos 20 años, Mellu ya se transformó en un bastión fundamental del Lobo y es uno de los jugadores más valorados por el hincha, a punto tal que en una encuesta realizada por este medio fue elegido el mejor futbolista tripero por amplio margen.
Todavía es muy joven y le queda mucho terreno por recorrer, lo que genera ante todo el deber de manejarse con cautela, pero también una lógica ilusión de que puede ser aún más jugador de lo que ya es hoy. Esto es Melluso. Un jovencito con todo el talento al que hay que cuidar, proteger y valorar. Y absolutamente todo el mundo Gimnasia piensa lo mismo: ojalá dure un buen tiempo en el Bosque y cuando sea el momento de crecer fuera, que lo haga por la puerta grande y valorizado.