Un Gimnasia hecho vaivén

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Gimnasia vivió un año futbolístico ciclotímico, donde comenzó muy mal y en el que terminó acariciando un título. A la floja herencia de 2017, le sumó pocos puntos a éste periplo y eso lo tiene hoy como un equipo obligado a realizar una buena campaña para escaparle al descenso.

Termina el 2018 y el saldo para el Lobo no es positivo, aunque el cierre deja una sensación de que puede ser un buen augurio para lo que vendrá. Gimnasia tuvo 3 entrenadores distintos y terminó sumando 29 puntos en igual cantidad de presentaciones por Superliga, a excepción de una Copa Argentina que de la mano de Troglio estuvo muy cerca de lograrse.

TODO COMENZÓ CON UN COLO QUE NO LE ENCONTRÓ LA VUELTA

Facundo Sava fue el entrenador con el que se inició este año. Su debut ante Rosario Central fue promisorio con una victoria por 2-1, pero las cosas no funcionaron y con los partidos el Lobo se desdibujó por completo, siendo un equipo insípido y sin fútbol. El Colo heredó un plantel muy mal armado por Soso, el director deportivo Depietri (que días después renunció en el cargo) y con la insólita anuencia dirigencial. El saldo del histórico ex delantero fue muy flojo: 2 victorias, 3 empates y 8 derrotas.

El ciclo del Colo no fue el esperado.

EL INDIO LOGRÓ DARLE AIRE A UN EQUIPO HERIDO

Tras la salida del Colorado, se hizo cargo del plantel Hernán Darío Ortíz para los últimos tre partidos. De la mano del Indio, jugaron varios jóvenes e inculcó una inyección anímica importante para tener un cierre decoroso tras el pésimo tándem Soso-Sava. Ganó ante Newell’s y empató ante Independiente y el campeón Boca.

VOLVIÓ PEDRO Y REVITALIZÓ LA ILUSIÓN

Y en el segundo semestre de 2018, llegó la tercera etapa para Troglio. De la mano de Pedro y con algunas caras nuevas que fueron importantes, Gimnasia cambió su imagen, sobre todo a partir de una Copa Argentina que quedará en el recuerdo con victorias sobre Boca y River, los finalistas de América.
Por Superliga, Gimnasia acumuló 15 puntos en igual cantidad de partidos, pero la doble competencia fue determinante para (en los primeros 10 partidos estaba 4-2-4), entre otras cosas, terminar jugando algún encuentro con equipo plenamente alternativo y de Reserva o bien con la cabeza indefectiblemente en otra parte. Entre el torneo y la enorme actuación en la copa, el Lobo ganó 7, empató 6 -dos victorias y una derrota por penales- y perdió 8.

Pedro volvió para llevar al Lobo a una final.

Y SE FUE EL CAPITÁN…

Más allá del análisis y los números el caso de Rinaudo no puede quedar afuera del balance anual. Es que ni siquiera en el cierre de 2018 Gimnasia ha tenido tranquilidad. En una venta repudiada por gran parte del triperío y que realmente deja muchas dudas, Fito dejó el Lobo y se transformó en jugador de Rosario Central.