Gimnasia volvió a jugar mal, Vélez lo superó y le ganó por 1 a 0 por un error propio. El Lobo sintió las ausencias, pero debe mejorar y volver a ser el de hace algunas fechas.
El equipo de Troglio dio un paso atrás. No jugó bien en Liniers, fue superado por el Fortín y cayó sin atenuantes.
Si bien las ausencias eran varias y por cierto de mucho peso, también, y en concordancia con ello, genera preocupación las pocas variantes que ofrece el plantel.
En cuanto al partido, Vélez siempre fue claro dominador pero dentro de un contexto desfavorable y hasta con un remate de Diaz en el travesaño, Gimnasia tuvo lo suyo encontró situaciones nítidas de gol con dos aproximaciones realmente claras en los pies de Santiago Silva y un cabezazo de Coronel en el cierre del primer acto.
Ya en el complemento, cuando el partido pasaba por un estadío chato, Gimnasia sacó mal un tiro libre, Melluso optó por no dejarla salir y tocó muy fuerte para atrás hacia Piovi, que quedó a contrapierna y allí llegó Ramis, que en la corrida fue quedando cada vez con menos ángulo y parecía que resolvería mal, pero pateó al único lugar que podía y en ese primer palo Alexis Martín Arias no respondió y tuvo importante responsabilidad para que los locales abran el marcador sobre los 15′.
Y serían un par de minutos fatales porque tras ello, Piovi fue fuerte sobre Domínguez, ya estaba amonestado y Abal le mostró la segunda amarilla.
Una vez con diez hombres, el Lobo buscó con lo que pudo pero nunca pareció mover el árbol como para que al menos cayera una posibilidad de igualar las acciones.
Fue derrota y viene Boca, ese rival con el que Gimnasia apareció en su máximo esplendor por Copa Argentina. Gran chance para la redención y más aún en el Bosque, el próximo sábado y desde las 17:15.