Perfil de Sebastián Moyano

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El arquero de 27 años, Sebastián Moyano, puso el gancho y se convirtió en el nuevo jugador de Gimnasia. El mendocino llega proveniente de Aldosivi, en donde fue clave para lograr el ascenso a Primera. Conocé un poco más a quien esperará su chance para ocupar un lugar en el arco.

Tras pasar con éxito la revisión médica de rigor, Sebastián Moyano se convirtió en el nuevo refuerzo de Gimnasia. El arquero mendocino de 27 años llega por una temporada al Lobo luego de lo que significó su buena actuación en Aldosivi de Mar del Plata, con quien logró el ascenso a Primera división.

El guardameta de 1 metro y 88 centímetros llega al club con el objetivo de pelear por un lugar en el arco, a pesar de tener en claro que el titular inamovible es Alexis Martín Arias. Eso sí, su experiencia y recorrido sumará dentro del plantel y ayudará a crecer a Tomás Durso, el joven y gran proyecto albiazul, por el que se espera que un futuro sea el dueño de los tres palos.

El oriundo de Rivadavia, nacido el 26 de agosto de 1990, fue una pieza importante en el conjunto de Gustavo Álvarez, por lo que arriba a nuestra institución con un buen presente y minutos sobre la espalda. Moyano comenzó su carrera Centro Deportivo Rivadavia, de Mendoza, hasta los 14 años.

Su debut en Primera fue el 18 de junio de 2013, ante una lesión de Nelson Ibáñez (igualdad 0 a 0 con Quilmes) y con Martín Palermo de entrenador. Jugó 32 partidos, con titularidad en el Torneo Final 2014.

Llegó al Tiburón con el objetivo de sumar minutos y no sólo lo logró, sino que se coronó en lo más alto y en los 24 partidos disputados, el arquero esteño recibió sólo 22 goles.

Además batió el récord de minutos sin recibir goles en la B Nacional que estaba en manos de Pablo Campodónico. En 2011, Campodónico había alcanzado los 454’ sin recibir goles, mientras que Moyano sumó 472’ con la valla invicta.

El destino hoy lo tiene con la camiseta del Lobo y a pesar de que el arco ya tiene dueño, trabajará duro junto de todos sus compañeros a la espera de por qué no, probarse bajo los tres palos albiazules. ¡Éxitos Sebastián!