El césped del Juan Carmelo Zerillo lucía óptimo para jugarse Gimnasia – Boca. Sin embargo, la excusa de la lluvia cabió perfecto en la entidad xeneize, que con colaboración de AFA y Superliga forzó la suspensión del partido.
No hubo fútbol en el Bosque porque no quisieron. Boca, AFA y Superliga lograron su cometido y la lluvia, que no influyó en el campo de juego, fue la insólita justificación para suspender un juego que el club azul y oro jamás quiso disputar.
Con el partido trascendental que tendrá Boca el próximo miércoles, la suspensión del juego de este domingo le vino bárbaro al equipo de Guillermo, que tendrá descanso pensando en su viaje y posterior partido en Colombia.
Esta cuestión va totalmente de la mano con la decisión de la suspensión. El árbitro Facundo Tello recorrió el campo de juego en dos ocasiones, en las cuales aseguró ambas veces que habría fútbol por las “muy buenas condiciones” del césped en 60 y 118.
Pero… a sólo diez minutos del comienzo del partido, el juez apareció nuevamente en el campo de juego, para ¿sorpresa? de varios finalmente decidió suspender el juego, en una decisión que claro está llegó desde el ente organizador, la asociación del futbol argentino y el propio Boca Juniors, aunque nombrar a cada uno de ellos es decir lo mismo, porque realmente son lo mismo.
Lo sucedido esta mañana es otro fiel reflejo de la oscuridad que concierna a nuestro fútbol y una mancha más para una AFA que literalmente comanda Boca de la mano de Claudio Tapia y Daniel Angelici.
Gimnasia poco hizo para intentar que se juegue. Y las dudas vuelven a sembrarse. ¿Quién paga el próximo operativo? ¿No se quiso confrontar contra el poder? ¿Con esta postergación, se podrá jugar ahora sí en 25 y 32? ¿Qué decidirá Pellegrino y la Comisión Directiva? Preguntas que quedarán respondidas con el correr de las horas.