En un deslucido y muy trabado partido, Gimnasia igualó sin goles frente a Arsenal en Sarandí. El Lobo tuvo las más claras, pero de todas formas no jugó un buen partido y ya pone la mente en el clásico del próximo fin de semana.
Gimnasia llegaba a Sarandí con la premisa de lograr su segundo éxito en fila pero no lo pudo lograr. En un partido extremadamente chato, el Lobo debió conformarse con la igualdad ante el colista de la Superliga.
En el arranque se vio un conjunto albiazul intenso y vertiginoso, donde tuvo chances claras siempre desde los pies de Dibble. Luego, el equipo de Sava se fue diluyendo y simplemente se mostró sobrio en defensa.
En el complemento ya casi no pasó nada, y apenas hubo tiempo para que Barrales, que hizo su debut, cabecee exigido por arriba del travesaño en la aproximación más cercana de la etapa complementaria.
El Lobo sumó un punto o perdió dos? El tiempo lo dirá. Gimnasia ya pone la cabeza de lleno en el clásico y se ilusiona con darle una alegría al triperío el próximo sábado.