Gimnasia volvió a tener serios problemas en la faz defensiva, cometió errores infantiles y lo pagó caro: cayó 3-1 ante Huracán en el Bosque. Suma apenas un punto en el torneo y es el equipo más goleado.
Todas las buenas intenciones y sensaciones del debut, aún en ese desorden del 4-4, se desdibujaron en las siguientes presentaciones. El Lobo volvió a jugar mal y a cometer errores inauditos, que le costaron la derrota en su estreno como local.
El primer tiempo fue decididamente malo, con Gimnasia teniendo siempre la pelota pero no sabiendo qué hacer con ella durante todo dicho lapso. En el medio, claro, un grosero error albiazul derivó en la apertura del marcador visitante, tras un insólito mal dominio de Guanini, aprovechó Huracán y a través de Ábila puso el 1-0.
En el complemento, el Lobo salió con mayor determinación, pero volvió a pagar caro un sistema que no termina de engranar aún; quedó muy mal parado tras otra mala salida, y en esa exposición, el Quemero hizo lo que quiso y con Pussetto aumentó el tanteador.
A partir de allí, Gimnasia creció y encontró el descuento rápidamente con Nico Colazo, tras un tiro libre de Alemán. Luego del descuento, el equipo de Soso tuvo -y varias- situaciones para empatar, pero se topó con Marcos Díaz y su propia ineficacia.
En el final, con el Lobo jugado al empate -aunque nuevamente cometiendo errores conceptuales alarmantes-, Huracán cerró el partido con un buen zurdazo de Pussetto, y se llevó el partido por 3-1.
Mucho por crecer, mucho por aprender, mucho por trabajar. Pero Gimnasia en sí, está confundido.