Gimnasia volvió al ruedo y retornó diferente. Ni más, ni menos. No era tarea fácil cambiar el estilo de juego, sobretodo teniendo en cuenta la lejanía del modo anterior al actual. Se vio un equipo muy peligroso en ofensiva, pero muy endeble atrás. OPINIÓN.
El estreno del Lobo modo Soso deja sensaciones encontradas. Luego de muchísimo tiempo, se vio un Gimnasia con iniciativa, ambicioso y convencido de ello, cuestión que hay que valorar y no perder de vista. El debe pasó por la endebleza defensiva, ítem indispensable a corregir en el futuro.
Siempre hay que mirar el “vaso medio lleno”. De allí parte lo anteriormente mencionado. En este sentido, el plantel albiazul ya tiene un logro conseguido: Se reinventó, y desde el primer partido. Era una difícil tarea cambiar el chip, y haber conseguido lucir tan distinto, seguramente es una virtud no sólo de los equipistas, sino que también del entrenador.
El debe, el punto que indefectiblemente deberá mejorar es el defensivo. No pudo encontrar equilibrio y eso le posibilitó al rival llegar muchas ocasiones al arco que defendió Bonnin. Lo provechoso y positivo, es que sin lugar a dudas esa matriz de la que tanto habló Soso pudo visualizarse en ofensiva.
Gimnasia fue un equipo algo ciclotímico, pero en todo momento se lo vió convencido. Lo más importante en el fútbol de hoy. Si este plantel sigue firme en su idea, seguramente el éxito tocará su puerta y de ello debe aferrarse.
No haber perdido este encuentro y haber salvado la ropa a poco del final, puede llegar a tornarse determinante para el futuro. Éste fue sólo el comienzo y hay muchísimo camino por recorrer, por lo tanto, también mucho por mejorar y trabajar.
Y hay que reiterar que desde el día uno, este Gimnasia ya puede colgarse una medalla: cambió. Después de estar 2-3, y 3-4, el equipo empató y aún así no claudicó, terminando el partido en campo rival deseoso de victoria. Con esa imagen deberá quedarse. De eso tendrá que estar aferrado. Pensando y siendo consciente que el fútbol se trata de DEFENDER y ATACAR. Pero por sobretodas las cosas, con el CONVENCIMIENTO como estandarte. A partir de eso, todo llegará y podrá corregirse. Se trata de CREER, se trata de SEGUIR, se trata de LOGRAR.
Por Manuel Surasky – @ManuSurasky