En la novena fecha del Torneo de AFA, Los Guerreros consiguieron merecidamente el triunfo ante el Selectivo de Hurlingham, pero sobre el final debieron sufrir de más a partir de las decisiones tomadas por la terna arbitral. Este hecho no es aislado y pareciera que Gimnasia tiene más oponentes que el rival dentro de la cancha.
La actuaciones de Ariel Miceli y Edgardo Zamora en el último encuentro dejaron mucho que desear y casi le terminan costando tres puntos a Gimnasia, que pelea por ascender a la Tercera División. Varias decisiones de los colegiados fueron dudosas en los 40 minutos de juego. Las jugadas que debían ser para un lado fueron para el otro y las faltas entre ambos equipos no se midieron con la misma vara. Incluso, en el segundo tiempo, el Lobo llegó a la quinta falta por la sanción de una infracción que no fue tal.
Durante todo el encuentro se visualizó la falta de paridad en las decisiones arbitrales, aunque lo más trascendente ocurrió a falta de siete minutos para el final, cuando el Lobo se imponía 5-2 y se acercaba al sexto. Generó un clarísimo tiro de esquina, por lo que los jugadores albiazules se posicionaron en el campo rival; pero de un segundo para el otro, uno de los arbitros decidió sancionar saque de meta. El arquero sacó rápido, con todo el Tripero jugado en ataque, y no le quedo más remedio al golero albiazul que cortar con falta, lo que derivó en su expulsión. Luego, con un jugador más la visita llegó al descuento pero no logró igualar las acciones.
Sin embargo, no es la primera vez que el Lobo sufre los fallos arbitrales en su contra. Jugando de visitante con Colegiales no le señalaron un gol en el que la pelota sin dudas había ingresado al arco, y las faltas inexistentes cobradas lo hicieron llegar a la sexta falta, lo que le permitió marcar al local. Esa desigualdad en la sanción de las infracciones ha sido moneda corriente en cada partido y, en algunos casos, eso condicionó el juego de Los Guerreros que, a diferencia de los rivales, se dedica a darle un buen trato al balón y no a imponer el físico o el juego brusco.
Por Cristian Barresi – @CrisBarresi