Se terminó el maleficio y tras cinco derrotas en fila, Gimnasia volvió a la victoria. Fue por 2-1 frente a Colón, con doblete de Nicolás Ibáñez. El Lobo redondeó una buena actuación y fue justo ganador en el Cementerio de los Elefantes.
Gimnasia jugó un muy buen partido, fue mejor que su rival y se llevó una merecida victoria del Cementerio de los Elefantes. Tres puntos que valen oro, no sólo por el valor de las unidades sino que también por todo lo que significa anímicamente.
El Lobo fue mejor que el Sabalero de principio a fin, y cuando parecía que la apertura del marcador albiazul llegaba en cualquier momento, un grosero error de Coronel le permitió a Torres quedar mano a mano con Martín Arias, para que el paraguayo ponga el 1 a 0 a favor de los locales en 31′.
Tras el tanto, Gimnasia quedó golpeado y no pudo ser el de la primera media hora, pero el partido quedó abierto y por definirse en la segunda mitad.
En ese complemento, el equipo de Martini y Messera volvió a ser el de la primera media hora del PT. Con ambición, pero a su vez compacto y con el equilibrio necesario, el Lobo fue un equipo más corto, lo que le permitió mejorar defensivamente y volver a presionar al local.
A los 15′, llegó la justicia en el marcador. Tras un córner de Alemán, Ibáñez la peleó contra Ceballos y de porfiado, le dió fuerte con su empeine derecho para firmar el 1-1.
Gimnasia lo empató y siguió buscando, para tener su premio a los 30′. Ramírez presionó a Broun, el arquero dominó muy largo e Ibáñez se la extirpó, para sólo empujarla ante el arco vacío y decretar el 2-1 definitivo.
Enorme victoria tripera, para revivir en el campeonato, respirar más tranquilo y afrontar el tramo final con otra cara, la cual, quizás, pueda permitirle meterse nuevamente en las copas, el gran anhelo del plantel albiazul en este torneo.