“Quienes estuvimos presentes en el Polideportivo del Club de Gimnasia y Esgrima La Plata a lo largo de la tarde – noche del viernes 3 de marzo protagonizamos una asamblea histórica, tanto por la masiva participación de los socios y socias (más de un millar según las actas oficiales) como por la importancia de los temas a tratar.
Luego de una inversión de los temas previstos en el orden de día se ratificó por unanimidad el carácter de Asociación Civil sin fines de lucro del Club de Gimnasia y Esgrima La Plata. Más allá de que ese carácter está contemplado en el estatuto social nos parece importante que la Asamblea Extraordinaria lo haya ratificado de manera contundente, en un contexto de fuerte ofensiva por abrirle las puertas a las Sociedades Anónimas Deportivas en el fútbol argentino. Una cerrada ovación festejó la decisión. Gimnasia le dijo NO a las Sociedades Anónimas Deportivas y a la privatización de los clubes de fútbol. El lobo está y seguirá estando en manos de sus socios y socias.
El siguiente punto – el más delicado y el que sin dudas motivó la gran convocatoria – tenía que ver con la propuesta de la comisión directiva encabezada por Gabriel Pellegrino de llamar a concurso preventivo de acreedores. Dicho punto comenzó con un informe acerca de la situación financiera del club, que estuvo a cargo del tesorero, Gerardo Marzola. Siguiendo la línea expuesta en reuniones previas con socios y agrupaciones, desde tesorería se describió una situación económica sumamente crítica, poniendo el énfasis en los desaciertos de la gestión anterior: cheques rechazados (muchos de ellos librados a favor de ex jugadores del club); obligaciones próximas a vencer por montos que contrastaban, por su magnitud, con los saldos irrisorios de las cuentas corrientes; publicidades (entre ellas las de la camiseta) por las que no se cobra desde hace meses; deudas impositivas; deudas con los proveedores; juicios millonarios y contrataciones insólitas que derivaron en graves pérdidas económicas. Este descalabro desembocó, según el informe de la actual conducción del club, en un fuerte aumento del pasivo en relación al mes de junio del año 2016.
Luego de brindar este diagnóstico de situación (donde por primera vez en mucho tiempo se brindaron precisiones acerca de los montos adeudados con integrantes y ex integrantes del plantel profesional y del cuerpo técnico) la actual comisión directiva pasó a explicar las ventajas de llamar a un concurso preventivo de acreedores. En este sentido, se planteó que en el marco de la convocatoria a concurso se abriría una etapa (que podría llegar a durar dos años) de verificación de créditos, lo que serviría para establecer de manera fehaciente quiénes están en condiciones de cobrar y quiénes no. El oficialismo se mostró confiado al señalar que durante esta primera etapa se levantarían los embargos y muchos supuestos acreedores quedarían en el camino, achicándose de esa forma el monto de la deuda (estimada en más de 170 millones de pesos). Luego de esta primera etapa el club estaría en condiciones de proponer un plan de pago a los acreedores (que podría extenderse por un período de diez a doce años) y solicitar una quita en el monto total, pagando el resto a tasas fijas. Un porcentaje de los derechos de televisación funcionaría como garantía del plan de pago. En última instancia, en caso de incumplimiento y ante un eventual pedido de quiebra por parte de los acreedores, Gimnasia podría ampararse en la Ley 25284: Régimen Especial de Administración de Entidades Deportivas con Dificultades Económicas, más conocida como “Ley Racing”.
Hasta aquí, esquemáticamente reproducidos, los argumentos de la comisión directiva. Para quien escuchara los argumentos del oficialismo, salir de manera airosa del llamado a convocatoria de acreedores sonaba a soplar y hacer botellas. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la corrupción, la negligencia y la inoperancia se han constituido en rasgos estructurales de las diferentes comisiones directivas del club a lo largo de décadas, lo que hace prever – ojalá nos equivoquemos – que la salida será mucho más compleja y dolorosa de lo que nos quieren hacer creer.
Con el objeto de reforzar los argumentos a favor del concurso, la actual comisión directiva cargó las tintas contra la gestión anterior, causante – junto con las anteriores – de la debacle institucional de Gimnasia. Sin embargo, las contradicciones del oficialismo pronto quedaron a la vista. La dirigencia cerró filas para rechazar la propuesta de un socio que mocionó la creación de un órgano de fiscalización interna por fuera de la comisión directiva, la sanción al ex presidente Daniel Onofri y la investigación de todos aquellos dirigentes que pudieran estar involucrados en situaciones que perjudicaron al club. ¿Cómo podría el oficialismo promover una investigación a fondo contra la gestión anterior cuando Javier Mor Roig (ex Secretario General del club bajo la presidencia de Onofri) escuchaba, despreocupadamente y junto a los miembros de la actual comisión directiva, el demoledor informe sobre la situación de Gimnasia?
Lamentablemente, la vieja sentencia que establece que “entre bueyes no hay cornadas” sigue estando vigente. Gimnasia necesita terminar con la hipocresía, investigar a fondo a los responsables de las tropelías cometidas y sancionar a los responsables. Vale destacar, en este sentido, que la Asamblea Extraordinaria aprobó la moción de un socio para que en el orden del día de la próxima Asamblea Ordinaria se incluya la propuesta de crear un órgano de fiscalización interna e investigación de los responsables de cualquier irregularidad cometida en contra de los intereses del club. Consideramos que es un avance importante.
Pasadas las diez de la noche, en un contexto caracterizado por la premura del oficialismo para que se vote su propuesta y una evidente dispersión y falta de argumentos del espacio político opositor encabezado por Mariano Cowen, la asamblea aprobó por amplia mayoría el llamado a convocatoria de acreedores.
Desde la Agrupación 10 de Diciembre acompañamos la decisión de la Asamblea, máxima instancia de decisión en la vida institucional de Gimnasia. Esperamos que la actual conducción directiva siga abierta a las dudas e inquietudes de los socios y socias ya que el nivel de compromiso que demostró la Asamblea – apoyando una medida tan delicada – requiere total transparencia e información acerca de los pasos a seguir.
Por último, reafirmamos nuestra exigencia de que se adopten las medidas necesarias para sancionar a los responsables de haber conducido al club a la presente situación y nuestro apoyo a la propuesta de que una comisión investigadora, independiente de la comisión directiva de turno, fiscalice el proceso de convocatoria de acreedores”.