A pesar de un alarmante bajo nivel, Gimnasia contó con varias ocasiones de gol pero no supo concretar. Lanús, en una de las pocas que tuvo, aprovechó con el infalible Sand y con eso le alcanzó para vencer al Lobo por 1 a 0.
El bache por el que está pasando Gimnasia enciende todas las alarmas. Un equipo que nunca sale de memoria, que partido a partido juega un poco peor y demuestra niveles individuales realmente flojos.
En un primer tiempo donde todas las situaciones de gol fueron albiazules, a fuerza de desacoples defensivos del local y pelotazos a las “torres”, finalmente el que concretó fue Lanús, cuando en una arremetida Pepe Sand venció la resistencia de Martín Arias con un derechazo dentro del área.
En el complemento, Alfaro intentó encontrar más juego con Lobos, pero la tónica siguió siendo la misma. Un equipo ineficaz e insípido. Gimnasia nunca encontró los caminos, y apenas tuvo una situación de peligro con un cabezazo de Ibáñez, cuando éste jugó donde debe; de delantero.
Mucho por corregir de cara al futuro. Tanto Alfaro como sus dirigidos, tendrán que replantearse decisiones, niveles y maneras. Porque lo que nunca se negocia, es la actitud, y eso, por momentos, ha faltado de un tiempo a esta parte.
Se viene Belgrano y el Lobo cerrará el 2016 en el Bosque, con la obligación de quedarse con la victoria y así “mimar” a un hincha abatido en su día, tras la decepción en la Copa Argentina y la racha de ya cinco sin ganar en el torneo.