DECEPCIONES Y SORPRESAS

Editorial Fútbol Fútbol profesional

El armado del plantel en este último semestre fue curioso. Alfaro falló en la elección de sus primordiales refuerzos, pero compensaron quienes llegaron como apuestas. De todas formas, no se puede volver a cometer el mismo error. 

En el último mercado de pases, Gimnasia hizo importantes esfuerzos por incorporar nombres pedidos por el entrenador, Gustavo Alfaro. Los pedidos fueron complacidos pero no estuvieron a la altura de las circunstancias, como sí lo hicieron quienes arribaron al Club como apuestas.

Uno de los nombres por el que más insistió Alfaro fue por el peruano Christian Ramos, pero el defensor incaico tuvo un flojísimo nivel y rápidamente perdió el puesto, siendo una incorporación que significó un esfuerzo económico importante para el Lobo, el cual será estéril, porque en los próximos días se buscará la rescisión con el moreno.

Otra de las decepciones fue Darío Bottinelli, quien fue el último en llegar pero el que más expectativa generó. Sin embargo, el volante nunca estuvo en sintonía, no vio acción como titular y en los pocos partidos que ingresó, se lo vio en bajo nivel. Todo hace indicar que de todas formas continuaría en el plantel, creyendo en una pretemporada que le servirá para levantar.

Por otra parte, las apuestas sí salieron bien. Uno de los que llegó como un desconocido jugador y terminó siendo importante fue el mediocampista mendocino Daniel Imperiale. Con apenas 6 meses en Quilmes y gran parte de su carrera en el ascenso, arribó al Club como una incorporación y no como un refuerzo, pero lo terminó siendo. Jugó en todos los sectores de la cancha y se volvió un comodín para Gustavo Alfaro.

La mejor y gran apuesta se llama Nicolás Ibáñez. El joven delantero que llegó desde Comunicaciones, llegó al Lobo para sumar en la competencia entre los delanteros, pero se terminó convirtiendo en el atacante clave. Autor de 6 de 14 goles del Lobo en el semestre, enamoró con sus goles y manera de jugar los partidos, siempre con gran actitud y mañas de un delantero hambriento. En los próximos días, comenzarán las negociaciones para comprar su ficha.

Y sumados a estos nombres, aparece Ramiro Carrera, quien no terminó de ser lo esperado pero que lejos está de entrar en el rótulo de la decepción. Con buenas y malas, teniendo un comienzo prometedor, el mediocampista redondeó un primer semestre irregular.

El próximo mercado de pases no da margen para el error. Sólo serán dos (quizás tres) y no se puede fallar. Quienes lleguen como refuerzos, deberán serlo. De lo contrario, será difícil dar el “salto de calidad” del que tanto se habla y por el que tanto se pide.

 

Por Manuel Surasky – @ManuSurasky
Fotos: Ágata Natale