Juliana Olivero, jugadora de Primera división de Las Lobizonas, habló en exclusiva con triperomaniacos.com.ar. en donde contó su llegada al Club, su amor a la camiseta y sus deseos a futuro.
Tras el triunfo del último fin de semana ante Lanús por 2 a 1, Las Lobizonas ya se preparan para encarar una nueva fecha del Torneo Metroplolitano de Hóckey este domingo frente a Liceo Militar B en condición de visitante. Con 20 unidades en 12 encuentros disputados, Gimnasia va camino a redondear una primera ronda con varios puntos altos. Ya con la mira en el próximo rival, charlamos con una referente del equipo albiazul.
Juliana Olivero es defensora lateral del plantel de Primera división. Es de la ciudad de La Plata y tiene 22 años. Actualmente se encuentra estudiando la carrera de Arquitectura en la UNLP. Arribó a nuestra institución, de la cual es hincha, desde que la disciplina volvió a su actividad formalmente.
“Juego en Gimnasia desde sus comienzos en esta segunda etapa, antes lo hice en Universitario. Cuando supe que en el Lobo volvía el hóckey, no dudé y dije esta es la mía. Me inscribí y estuve desde la primer clase” Cuenta Juli. Además reconoció: “Me pongo a pensar lo que fueron las primeras clases y es increíble el crecimiento que hemos tenido en estos 4 años. Jugábamos en los yuyos, en lo que era la cancha anexa del Bosque. No estaba marcada, ni el pasto cortado, ni siquiera tenía arcos; solo contábamos con los conos del Dinker (Daniel Roellig), y claro, la predisposición de las que queríamos jugar a pesar de las circunstancias precarias; pero que estamos acá, peleando el campeonato”
Con respecto a sus profes, ‘Lobi’ confiesa: “Daniel Roellig y Lucía Romagnoli están desde que comencé. Los quiero mucho, son muchos años juntos. Con Dinker tengo un afecto especial de amor y odio, a veces lo quiero matar (risas), pero lo quiero porque nos enseña día a día, le pone una garra increíble y hace magia con nada”, además agregó: “Lucía es una tipa que mueve cielo y tierra por Gimnasia. Ama lo que hace, se le nota, está siempre en cada jornada. Hoy en día también es nuestra profe de físico, ya que por problemas económicos del Club no se pudo encontrar uno. Lu se tomo el trabajo de entrenarnos físicamente, eso no lo hace cualquiera. Los profes junto a los padres de la Sub Comisión quieren mucho al club”.
Sobre su actualidad en el primer equipo albiazul, Juliana confiesa como llegó a afianzarse en su puesto: “Para mi fue un esfuerzo muy grande ganarme el puesto en Primera división. Yo jugué hasta mediados del año pasado en Intermedia; empecé comiendo banco, jugaba 10 minutos, hasta que me fui ganando mi lugar. Hoy en día es un orgullo inmenso, la verdad es lo mejor que me pasó en la vida saber que cada domingo voy a estar defendiendo los colores como me enseñaron. Es una cosa que me inculcaron desde chiquita, mi abuelo jugaba en Gimnasia, y seguir sus paso para mi es un honor y un orgullo”.
A la hora de hablar sobre sus compañeras, Olivero recuerda quienes están con ella desde el primer día: “Han pasado muchas, se han quedado algunas; van y vienen, las que estamos desde el día uno somos Merecedes Garizoain, Estefanía Garizoain, Aluminé Martín y yo. Son comos mis hermanas, realmente se nota que están ahí por el cariño inmenso que le tienen al Club. Obvio que también están mis compañeras, mis amigas de mayores, las pendejas de Quinta que me hacen morir de risa, las quiero mucho a todas, soy feliz que vayan a entrenar, que pongan predisposición y que cada domingo salgamos todas con el mismo objetivo”.
Nuestra Lobizona reconoce sentir los colores desde el alma, por lo que confesó: “Gimnasia es mi cable a tierra, es por lo que yo me levanto todos los días, mi estado de ánimo depende del Lobo, ya sea por como salgamos en hóckey y en cada partido fútbol. Mi semana empieza dependiendo de los resultados. Para mi Gimnasia es todo, es una religión, y el Bosque es el templo. Es una pasión que se hereda, y esto se lo debo gracias a mi abuelo, que jugó en los años ’50, este se lo pasó a mi papá, y así hasta mí. Agradecida de que esos colores hoy en día sean mi vida”.
Juliana Olivero no quiso dejar pasar la oportunidad y se dirigió al hincha, socio albiazul: “Quizás no todo el pueblo tripero tiene consciencia de lo que pasa en el Club ni con el hockey. Es más, debe haber gente que no sabe que Gimnasia tiene hóckey, esto seguro por un problema de raíz. La gente tiene que saber de nuestra lucha constante y que el apoyo de cada socio y cada hincha es esencial. Que nos vayan a ver, que se hagan presente en cada lucha, para nosotras es fundamental.”, “Tener la cancha ayudaría que haya más chicas, a poder entrenar como se debe; incluso a que los jugadores de fútbol puedan entrenar en días de lluvia.” Sentenció.
Justamente sobre el final, Juli confesó sus deseos personales y con el grupo: “Sueños con mi equipo son muchos, dos en particular, la cancha y el ascenso. Esta es una de las razones por la que nos hace más unidas, y demás está decir que es por lo que yo vivo y por lo que me desvivo, me peleo con dirigentes, en la cancha, en cualquier reunión, por lo que nos pertenece y no tenemos”. concluyó