Ignacio Fernández deja el Club para pasar a River Plate, a cambio de US$ 2.100.000 limpios. ¿Es ésta una buena venta? ¿Existen verdaderamente las buenas y malas ventas? OPINIÓN.
El mejor jugador en el último torneo del equipo que dirige Pedro Troglio ha sido transferido al último campeón de América. Ignacio Fernández abandona el club que lo cobija desde hace 13 años para ponerse la camiseta de River Plate.
Tras varios días de reuniones y negociaciones, Nacho pasará al Millonario en una transferencia que genera opiniones y veredictos cruzados en el simpatizante albiazul. La operación se cerró en un monto de 2.100.000 dólares que recibirá Gimnasia de manera íntegra, por el 70% del pase, abonados por el Club comprador a través del pago del 33% del monto total por estos días, y luego el restante en 8 cuotas.
Dicho todo esto, y teniendo en claro lo acordado, es momento de preguntarse: ¿Es una buena venta ese dinero por uno de los mejores jugadores del último campeonato argentino? ¿Es negocio para Gimnasia? Hay mucho para analizar antes de responder algunas preguntas como éstas.
Gimnasia tenía valuado al jugador en 3.000.000 de dólares, tal como lo establecía la cláusula de rescisión del contrato acordado a mediados del año 2015. En todo éste tiempo donde Nacho se mostró en gran nivel con la camiseta albiazul, nunca llegó una oferta que se acerque verdaderamente a ese número, o hasta por qué no, que supere esa cifra. En el fútbol hay una realidad: como en todo mercado, los valores se mueven bajo la ley de “oferta y demanda”. Es decir, el jugador verdaderamente vale lo que el mercado está dispuesto a pagar.
Entonces, Ignacio Fernández, un enganche de esos que están en clara extinción, y viniendo de convertir nada más y nada menos que 10 goles en el último torneo, ¿vale tan sólo poco más de dos millones de dólares? No debería. Porque uno rápidamente lo compara con otras transferencias dentro de nuestro mercado (jugadores de posiciones menos cotizadas como lo son los defensores, por ejemplo), y los números claramente no están a la altura de lo que la institución de Calle 4 está vendiendo.
Ahora, y tratando de responder las preguntas planteadas anteriormente, es un buen negocio para Gimnasia. ¿Por qué? Por la constante urgencia económica en la que está inmerso el club, motivo principal por el cual le cuesta tanto hacerse “respetar” en las negociaciones. Porque Fernández es un jugador de 26 años, el cual “explotó” y se afirmó en la titularidad de Primera recién en éste 2015 que se nos acaba de ir. Y por último, porque hoy lamentablemente, Gimnasia no es vidriera. O si, pero es una con muy pocas luces a diferencia de lo que pueden ser varios clubes de la Primera División, y más aún River Plate, tomando así un valor realmente importante el porcentaje que aún conserva la institución mens sana del talentoso volante oriundo de Dudingac.
Una venta no es buena o mala, sino que es más o menos conveniente. Gimnasia deberá trabajar de manera ardua para que en un futuro, todas estas negociaciones realizadas dejen mayor rédito económico. Algo que históricamente estuvo en la lista del “debe”…
Por Pablo Villarino.