La 60 y 118 tuvo un año de despegue, se presentó en muchísimos lugares y se consolidó no sólo en el movimiento social del club sino que tomó presencia y hoy es LA MURGA DE GIMNASIA.
“Murga que cruza la frontera, murga que cruza la ciudad. Murga que cruza la frontera, que pare no hay manera y que vuelve a la ciudad” dice una reconocida canción de Los Piojos. La murga del Lobo, La 60 y 118 sabe de esto, recorrió distintos lugares a lo largo de este 2015 y llevó la fiesta y la alegría que caracteriza a los triperos a cada barrio de la ciudad y también fuera de ella, pero siempre volvió a su casa… el Bosque.
Con el regreso de los feriados de carnaval, el Corso Tripero volvió y con él la murga más linda de todas, la que lleva los colores azul y blanco como estandarte. Y con ese propósito, llevar nuestros colores a cada lugar posible, La 60 y 118 se presentó en distintos barrios de la ciudad y alrededores, entre ellos Plaza Azcuénaga, Plaza España, Berisso, Magdalena, San Justo, Brandsen y en cada jornada tripera que se realizó como el Día del Hincha, en el aniversario del 2 de abril en conmemoración de los ex soldados y combatientes caídos en Malvinas, en cada visita guiada organizada por el grupo de trabajo Por y Para el Bosque y en el día del niño, entre otros tantos eventos.
A su vez, representantes de La 60 y 118 fueron invitados a participar en distintas movidas murgueras. Ellos, con sus característicos trajes de color azul y blanco emparchados con el escudo del club, se hicieron presentes en Punta Alta, Capital Federal, Mar del Plata, Cipolletti y en los Pre-Carnavales mostrando a través de la cultura murguera lo que todos los triperos sentimos.
Esta Murga, la más linda de todas, llevó adelante durante todo el año un taller de murga en Berisso, más precisamente en la calle Nueva York para todos los niños del barrio. Haciendo hincapié en la idiosincrasia del club más popular de todos, el objetivo para el 2016 de este espacio es generar nuevos talleres de murga en distintos barrios, tal vez en los más relegados de nuestra ciudad y sus alrededores, y ser al menos por ese rato el centro de distracción de montones de niños que sufren la marginación de nuestra sociedad. Identificarlos con el azul y blanco, abrazarlos con la alegría de ser triperos y que se sientan parte, al menos por un rato de un lugar, y si es Gimnasia mejor.
En Berisso, los nenes han elegido sus propios colores y un nombre y ahora su barrio tiene su propia Murga. No todas serán azules y blancas, pero la semilla salió de ahí. La Murga acerca al Lobo a los barrios y los barrios lo adoptan como propio. Por eso, este fin de año brindamos por lo que fue y lo que se viene y gritamos fuerte… ¡ARRIBA, MÁS ALTO Y VAMOS LOS TRIPEROS!
Albano Scaravilli – Murga La 60 y 118