Las inferiores no están pasando su mejor momento y muchos nombres suenan alrededor de Gimnasia. Marcelo Ramos, Favio Fernández, Andrés Yllana, Enzo Noce y Mariano Messera están metidos en el medio por una decisión que tomó de manera unipersonal el Presidente de Gimnasia.
Previo a las elecciones de 2013, donde Daniel Onofri tuvo como principal contendiente a Carlos Castagnetto para ver quién iba a ser Comisión Directiva hasta 2016, el actual mandatario decidió sumar en su lista al Grupo Primero Gimnasia, con Mauro Coronato y Ariel Debenedetti como principales referentes. Este grupo, reconocido entre socios e hinchas, acercó como propuesta a Marcelo Ramos (tripero que venía de trabajar en el Cuerpo Técnico del por entonces técnico de la Selección Argentina, Alejandro Sabella) para la coordinación de todas las categorías de las infanto-juveniles, quién luego de haber sido designado en ese sector, terminó manejando solamente las menores (Sexta, Octava y Novena) e Infantiles. Por otro lado, el Yagui Fernández quedó a cargo de la Reserva y las Mayores, escenario muy distinto al que habían acercado Coronato y Debenedetti.
Tras 22 meses de haber comenzado su trabajo, cada coordinador en un predio diferente, Estancia Chica y el Bosquecito, las aguas empezaron a agitarse. Octubre fue un mes decisivo para las inferiores de Gimnasia, ya que por decisión del Presidente, Andrés Yllana se hará cargo de la Reserva y todas las categorías (desde Cuarta a Novena). Vale destacar que dicha decisión fue tomada sin consultar a la Subcomisión de Fútbol Amateur, quienes incluso se enteraron de la determinación final a través de los medios.
Todo esto llevó a que el Yagui le reclamara a Onofri el pago de su contrato, que fue renovado hace tan sólo dos meses, hasta el último día. Ramos, el otro coordinador, aún no tiene decidido su futuro ya que nadie del seno de la Comisión Directiva se ha sentado a hablar con él.
La decisión de la inclusión de Yllana aún no está para nada clara, aunque si corren en “off” varias versiones. La primera de ellas tiene que ver con la intención de terminar con este “doble comando” en las juveniles, lo que según algunos deriva en dos proyectos distintos en el mismo Club. La segunda, tiene asociada a Yllana y Onofri con Carlos Figueroa, reconocido abogado de la ciudad que, paradójicamente, lleva adelante parte de los juicios que hoy pesan en contra de la institución.
La tercera, y más ligada al fútbol profesional, hace mención a algunos cortocircuitos entre Pedro Troglio y la CD, y una forma de “marcarle la cancha” al actual DT albiazul. Pese a que el presidente del Club salió a desmentir la misma en diferentes medios de comunicación.
La decisión de Onofri puede llevar a juicios que no pagaría él, sino Gimnasia, tal como fue el caso del Moncho Fernández y la gestión Gisande. El Presidente habla de “griguolizar” al fútbol con Mariano Messera, Enzo Noce y el Indio Ortíz, pero hay que recordar que Carlos Griguol no era coordinador de inferiores.
Esta camada, indudablemente podría aportar sentido de pertenencia, algo que muy bien les inculcó el Viejo pero que tanto Fernández como Ramos, así como todos quienes trabajan con ellos, también supieron transmitir a su manera.
Dicho todo esto, suena todavía más ilógico que se tome una decisión de semejante magnitud cuando no han terminado ni el campeonato de Reserva, ni el de juveniles e infantiles. Tres categorías (Cuarta, Quinta y Séptima) llegan al final de estos con sendas chances de campeonar, por si queda duda alguna. Esto, agregado a que no ha existido una reunión para evaluar en términos deportivos las gestiones actuales, abren más interrogantes y sospechas en torno al giro de timón realizado por esta gestión.
Sin embargo, el problema más importante que tiene Gimnasia es en el plano de la infraestructura. Es imposible pensar en un proyecto de infanto-juveniles sin canchas, vestuarios, consultorios médicos, indumentaria y pelotas acordes. Con este panorama, se torna imposible (y hasta mezquino) comparar lo hecho por los pibes con respecto a otras instituciones mucho mejor armadas en este sentido.
Las malas administraciones del Club siguen hiriendo a valiosas personas que dejaron su huella en Gimnasia y, más allá de las susceptibilidades personales dañadas, se juega con ese sentimiento hacia el club que tanto se mezcla con lo que corresponde laboralmente. Sin dudas, otro desacierto de parte de la actual conducción.
Por Gabriel Luna y Cristian Barresi