UN MAXI CRACK…

Triperomaníacos

La noche de Maximiliano Meza en el clásico ante Estudiantes fue sublime. Brilló, marcó dos goles, jugó, hizo jugar y hasta se animó a tirar más de un firulete, demostrando que bien físicamente, es un jugador de una jerarquía superior a la media del fútbol argentino.

El correntino tuvo en el clásico su noche consagratoria. Lamentablemente, su doblete no sirvió para ganar, pero es, sin lugar a dudas, uno de los puntos positivos que dejó el derby ante Estudiantes, sino el más.

Su desfachatez y frescura le permitieron a Gimnasia un poderío ofensivo asombroso, ese que le faltó tanto tiempo y por el que, entre otras cosas, no pudo gritar campeón hace no tanto tiempo atrás, el que también hizo que no se pueda vulnerar al eterno rival en la serie de Copa Sudamericana.

Pero de nada sirve mirar atrás. Si el destino lo permite, si en esta ocasión no hay palos en la rueda, ni lesiones, será hora de disfrutar a Maximiliano Meza. Ese pibe humilde de Caa Caatí que siempre fue marcado como la joyita de inferiores, jugando de extremo, siendo de esos “viejo wing” que ya no quedan. En el partido ante Defensa y Justicia, el correntino comenzará de nuevo, otra vez, e intentará en esta ocasión, justamente un día 14 de febrero, enamorar al balón, su gran compañero.

 

Por Manuel Surasky – @ManuSurasky