Un 7 de Octubre de 2011, con Gimnasia en la B Nacional y en zona de descenso, volvía Pedro Antonio Troglio a la dirección técnica tripera. Tres años de PROGRESO CONSTANTE.
Una vez más, el Lobo recurría a Troglio para resurgir. El hombre que había sacado agua de las piedras allá por el 2005, lo haría de nuevo. Luego de la derrota con River en el Nuevo Gasómetro, el triperío cantaba a más no poder por el entrenador tripero. Días después de aquella caída 2-0 con el Millonario, el conjunto tripero volvía a caer. Era derrota por la mínima con Instituto, renunciaba Ingrao y horas después, Pedro sellaría su regreso y debutaba con una victoria 1-0 ante el homónimo jujeño en el Bosque, con gol de Gonzalo Vargas. Así comenzó el camino donde sacó a Gimnasia de la zona de descenso a la B Metro, peleó hasta donde pudo por un lugar en la Promoción, ascendió al torneo siguiente, peleó el campeonato en Primera División y jugó la Copa Sudamericana. Todo eso, hizo en apenas dos temporadas y media.
De eso se trata este ciclo de Troglio. Un crecimiento constante, y a pasos agigantados, quizás, hasta más largos de lo que deberían ser. En sólo un año y medio en Primera A, Gimnasia ya es uno de los equipos más fuertes de la Argentina. Volvió a una copa internacional, y sueña con hacer un buen Torneo de Transición para meterse en la Copa Libertadores de América. Eso es lo que ha logrado el DT tripero, el siempre ir por más, el creer en su equipo hasta en los peores momentos, malas rachas que ha tenido en este ciclo, como los 30 puntos en la primera rueda del Ascenso -después hizo 43-, o los 8 partidos sin ganar ni marcar goles ya en la Primera División. Baches lógicos en los que puede entrar un equipo sin figuras.
De todos los golpes habidos y por haber se ha recuperado Troglio con sus soldados de turno. Soldados que en el último tiempo no han cambiado mucho. Sus apuestas del Nacional B hoy le dan sus frutos en la máxima categoría, como Facundo Oreja, Osvaldo Barsottini, entre otros. Quien eligió como capitán y en el que confía plenamente, Lucas Licht, y todos los jóvenes a los que ha promovido de un tiempo a esta parte, desde Javier Mendoza hasta el caso más reciente de Diego Nicolaievsky.
El proyecto por el que hay que seguir apostando, sin lugar a dudas. Para seguir creciendo y soñar con el Gimnasia que todos queremos. El camino es este, el que comanda hoy Pedro Antonio Troglio con su ayudante de campo, el estratega Víctor Bernay, y el resto de sus colaboradores. Por muchos años más.
Por Manuel Surasky – @ManuSurasky